Quienes somos

AMS es el acrónimo de atracción por personas del mismo sexo. Término muy utilizado en los círculos académicos para describir a la persona que se autodenomina homosexual.

No. No abogamos por la "cura gay". El Ministerio Amistades Verdaderas aboga por el derecho de toda persona a vivir en bienestar emocional. Esto quiere decir que una persona que ha sufrido un trauma emocional profundo, y como consecuencia ha desarrollado cierto grado de fobias, compulsiones, ansiedad, depresión y autorrechazo, que le han llevado a rechazar su ser (incluyendo su género), tiene la derecho a buscar y recibir ayuda. Esta ayuda no se trata de sanar la homosexualidad, sino de sanar emocionalmente.

Primero necesitamos definir qué es "SER" homosexual. En MAV entendemos como "homosexual" a la persona que asume la identidad 'gay' y decide vivir en la práctica de la homosexualidad. Y entendemos como esa persona tiene la tendencia homosexual, esa persona que aun sintiendo atracción por el mismo sexo, no se identifica como 'gay' ni vive este estilo de vida. La Biblia nos muestra que es posible tener una tendencia al pecado sin pecar (Efesios 4:26). Así que la mera tendencia homosexual no es pecado, sino la práctica de la misma, ya sea por acciones o pensamientos. (Mateo 5:28)

Es normal que una persona que siente atracción por personas del mismo sexo piense que nació así. Esto se debe a que el instinto de satisfacer necesidades de amor homoemocionales y homosociales puede iniciarse muy temprano, en cuanto el niño percibe rechazo por parte del progenitor del mismo género, no encuentra aceptación en su entorno social, entre otros posibles factores. . Se han realizado muchos estudios en un intento de encontrar evidencia genética de la homosexualidad, sin embargo, hasta la fecha, nada ha sido probado científicamente al respecto.

El "ex homosexual" Mikey Haley, en su libro 101 Preguntas sobre la homosexualidad, describe el estado mental de una persona con AMS como el "grado más avanzado de fragmentación, autorregulación, baja autoestima e identidad incompleta". Con tantos conflictos emocionales sin resolver, son susceptibles de desarrollar trastornos de ansiedad, depresión, conducta compulsiva-obsesiva, entre otros.
Se sienten cada vez más indignos de vivir e incapaces de ser como los demás. Si no reciben ayuda a tiempo, muchos terminan renunciando a la vida.

Al principio, cuando alguien “sale del armario”, siente una sensación de libertad, alivio y un encuentro consigo mismo (identidad). Pero desafortunadamente ese sentimiento no dura mucho. Porque la búsqueda de afecto paterno/materno no puede ser suplida por un novio, lo que llevará a la persona a seguir en la búsqueda de llenar esta carencia, entrando en un estilo de vida promiscuo y de dependencia afectiva, donde sólo perderá cada vez más la anhelada libertad e identidad. 

Dado que la tendencia homosexual nace de una búsqueda reparadora (intento de remplazar el amor homoafectivo paterno y social no bien recibido en la infancia) por brindar una identidad de género satisfactoria, es fácil comprender cómo en nuestra sociedad posmoderna, donde cada vez más niños de los padres separados crecen lejos de su padre o madre, las personas con AMS son cada vez más comunes. Además, la lucha por la igualdad de género total y funcional, junto con el bombardeo de la ideología de género, animando a los niños y adolescentes a demostrar su homosexualidad, acaba creando un atajo en el camino para conseguir la atención y el cariño del propio género que tanto necesitan.